Compraron perfumes y aparatos electrónicos creyendo que eran originales, doblando el precio real.

Una familia chilena fue víctima de un grupo de estafadores en el microcentro de Ciudad Del Este el pasado martes, luego de haber comprado perfumes y aparatos electrónicos. Pidieron ayuda a la Policía Turística, pero el sub oficial casi no intervino.

La mujer, a quien nombraremos como Ana por cuestiones de seguridad, ingresó al país el martes con la intención de visitar la represa Itaipú. Al llegar al microcentro su madre consultó a uno de los falsos guías turísticos sobre que transporte público las llevaría a la Binacional, en lugar de contestar la pregunta, las llevó a la galería Mina Inda, mientras las ofrecía productos en oferta dejando curiosas a las mujeres.

Al llegar a la tienda Sony Digital, Ana compró una cámara digital por el valor de U$S 400 y un celular por U$S 180. Su madre adquirió unos perfumes por poco más de R$ 400, que los pagó en efectivo, aunque Ana dudó de la originalidad. En el momento de pagar con su tarjeta los U$S 580 (al cambio del día Gs. 3.306.000) por los aparatos electrónicos, en la factura entregada a la mujer figuraba el monto de Gs. 8.617.000, lo cual le generó una duda, pero como no contaba con internet, accedió al pago. Ya en el hotel en Foz do Iguassu ingresó a su cuenta bancaria a través de internet y descubrió que el monto real debitado fue de 1.502 dólares americanos. 

Verificó los perfumes que habían comprado y notaron que eran imitaciones, no las que la habían ofrecido en la tienda.

Tras radicar la denuncia en la Policía Turística, encontró a turistas argentinos que pasaron por la misma situación, en la misma tienda. Uno de los sub oficiales acompañó a las víctimas hasta el local. Realizaron el reclamo a los vendedores, pero no obtuvieron respuestas. Ana advirtió a los demás compradores sobre lo ocurrido, por lo que el dueño del comercial fue a hablar con la mujer y prometió solucionar el inconveniente. 

El tiempo pasaba y no recibía respuestas. Tampoco ayuda del oficial que las acompañó. Atrapadas por la incertidumbre e impotencia, Ana reclamó de forma airada, mencionando a los demás turistas sobre la estafa de la cual eran víctimas. El agente de la Policía Turística, lejos de ayudar a la mujer, la sacó del lugar estirándola del brazo, lo que provocó algunos moretones. 

Ana encontró una sucursal de las máquinas red compra, por lo que fue a denunciar el hecho. Desde el local, llamaron a la tienda para que soliciten la cancelación del pago. Minutos después llegaron al lugar, firmaron la solicitud y, en medio de la desconfianza de la turista, aseguraron que el pago iba a ser cancelado a las 48hs. 

Ana devolvió todas las mercaderías, pero los encargados de Sony Digital manifestaron que el pago por los perfumes no sería devuelto, ya que fue en efectivo y no contaban con la factura. 

Las mujeres quedaron angustiadas por lo ocurrido. Lamentaron que debieron pasar por esta situación en su primera visita al país. Manifestaron a su vez que aguardarán hasta el viernes a confirmar si el pago con la tarjeta por los aparatos electrónicos fueron cancelados, cuando se cumplan las 48 horas. De no ser así, recurrirán al Departamento Contra Delitos Económicos de la Policía Nacional.