Cuatro años de cárcel para estafadora
Adquirió un gran lote de computadoras y pagó con cheques sin fondo.
La agente fiscal Juliana Giménez representó al Ministerio Público en un Juicio Oral que derivó en la condena de 4 años de cárcel para Desiree Queirolo Destefano (44), quien fue hallada culpable en la comisión del hecho punible de Estafa.
El Tribunal de Sentencia presidido por el juez Efrén Giménez, e integrado por sus pares magistrados Milciades Ovelar y Herminio Montiel, consideró suficientes y contundentes las pruebas producidas por el Ministerio Público.
Según fue probado, la ahora condenada bajo engaños simulando tener un gran patrimonio, indujo al error a un comerciante quien le hizo entrega de una gran cantidad de computadoras a cambio de cheques que finalmente no pudo cobrar. Además, la mujer recibió ordenadores por los cuales debía pagar, sin embargo no lo hizo y vendía los productos para su beneficio.
Antecedentes
Queirolo Destefano desde el 2009 empezó a hacer transacciones comerciales de productos electrónicos para su utilidad propia, con el local UniShop S.A, propiedad de la víctima Samir Abdul Hussein Soued. La mujer se presentó como una exitosa comerciante dueña de la empresa ES Hierros S.R.L, aunque en realidad dicho negocio era de su suegro.
Posteriormente, mediante la compra de productos al contado y luego a crédito, obtuvo la confianza de la víctima, tras lo cual, en julio de 2014 expresó que estaba trabajando en una licitación con el gobierno, para lo cual le solicitó 500 computadores portátiles de la marca HP.
La víctima le entregó 100 unidades, que fueron pagadas con 3 cheques, a 30, 60 y 90 días, a nombre del grupo ES Hierros SRL, firmados por Queirolo y su esposo, Eduardo Shussmuller.
Como los primeros cheques se iban pagando, Hussein Soued accedió a un nuevo pedido por parte de Queirolo que solicitó más computadoras para completar el pedido de 500, entonces dichas mercaderías fueron liberadas por Hussein, además de celulares Apple y Samsung que también solicitó la ahora condenada.
Luego, en noviembre del 2014, la mujer volvió a solicitar a UniShop S.A, 1000 unidades de computadores portátiles, bajo la supuesta consigna de que eran en el marco de licitación con el gobierno, por lo que Samir Hussein consiguió con su proveedor, la importadora Maya S.A del empresario Bilal Abdallah, 350 unidades de ordenadores que fueron entregados a Queirolo.
Sin embargo, al día siguiente de la entrega, el proveedor Abdallah llamó a Hussein y le contó que le habían ofrecido las mismas mercaderías que él le había proveído previamente, pero a mitad de precio.
Ante dicha situación, Hussein empezó a sospechar y ante un nuevo pedido por parte de Queirolo, con respecto a completar las 1000 computadoras, la víctima le manifestó que era necesario que realice el pago primeramente, a lo que la mujer a su vez respondió que debía entregar los productos primero para que supuestamente el gobierno libere el pago.
No obstante, en esa misma semana, empezaron a rebotar los cheques entregados por Queirolo, ya que la cuenta había sido cancelada. Entonces Hussein Soued reclamó la situación a la ahora condenada, quien le dio excusas evasivas y no cumplió con las promesas de pagos.
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