Ciudad del Este

Por "ser anormales" le prohibieron entrar a su peluquería

Manicurista que trabajaba con el denunciante se llevó todos los equipos, tras un acuerdo con la propietaria del salón.



Los años de experiencia en el rubro de la peluquería, maquillaje y afines, motivaron a Vicente Curtido a emprender y abrir su propio salón en el barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este. Para hacer realidad el sueño del negocio propio, recurrió a un millonario préstamo de G. 120 millones, sin prever lo que pasaría pocos meses después.

Curtido explicó a CDE Hot que firmó un contrato (anual) con la propietaria Rosa Idalina Dávalos, para poder abrir su salón de belleza, pero a los tres meses ya no le dejaron ingresar.

“Un lunes me fui para abrir mi salón y me encontré con la sorpresa de que se cambió la cerradura”, indicó Curtido. Como Dávalos tiene un negocio al lado de la peluquería del denunciante, fue consultarle sobre el motivo del cambio de la cerradura y “me dijo que no voy a ingresar más a su salón porque somos personas anormales”, refiriéndose de manera despectiva hacia el estilista.

Ante la situación y la negativa de la mujer para que Curtido pueda seguir trabajando en el lugar, pidió que por lo menos le deje sacar sus cosas y buscar otro lugar, pero tampoco pudo. “Yo le llamé a una cliente que es abogada para pedirle auxilio. Se fue junto a mí y otra vez nos echó del lugar”, lamentó.

SE LLEVARON TODO

Tras radicar la denuncia ante la fiscalía, Curtido y su abogada volvieron hasta el salón para intentar llegar a un acuerdo con Dávalos, pero grande fue su sorpresa cuando encontraron el salón vacío.

Al parecer, la dueña habría acordado con Clarisa Giménez, quien trabajaba con el denunciante como manicurista, para entregar a ella todos los equipos.

“Ella dijo en la fiscalía que la chica que trabajaba conmigo era la dueña, pero me mandó a mí a firmar el contrato porque soy su empleado. No tiene sentido”, comentó.

EXPEDIENTE ESTANCADO

Curtido reclamó que el expediente de su denuncia está estancado hace varios meses en fiscalía, pese a las insistencias de que pueda dar trámite y llegar a una solución lo antes posible. “Me despojó de mis herramientas de trabajo y las cosas de mis otros compañeros. Hasta ahora está así sin resolver nada”, finalizó.