Prieto rescinde contrato con empresa Mburucuya SA tras fatal accidente
Una de las víctimas murió el sábado, mientras que la otra sigue luchando por su vida en cuidados intensivos.
La muerte del joven Juan Ramón Escobar Fernández (32) el sábado último, llevó al intendente municipal de Ciudad del Este, Abog. Miguel Prieto Vallejos, a anunciar el cese del contrato con la empresa de transportes Mburucuya SA, propiedad de Nelson Rojas, a raíz del pésimo estado de varias de sus unidades.
A través de sus redes sociales, Prieto lamentó lo ocurrido con la pareja de motociclistas el viernes, que derivó en la muerte de Escobar Fernández. “Lamento profundamente el accidente ocasionado por el bus chatarra que no cumplía con los estándares del contrato. He tomado la decisión de rescindir el contrato de la empresa de transporte Mburucuyá y todas las que estén en condiciones mínimas de operar”, escribió.
El siniestro ocurrió en la tarde del viernes, cuando el colectivo de la empresa cuestionada transitaba por la Ruta PY 02, con dirección al microcentro esteño. Al alcanzar el viaducto del Km 5,5, el volante del vehículo se desprendió y el chofer, Marcelo Gustavo Cuba Salcedo (21), intentó colocarlo nuevamente, perdiendo el control.
Esto ocasionó que el vehículo pase encima del paseo central y vaya a embestir contra una pareja de motociclistas que transitaban en dirección contraria, dejándoles con serias lesiones. Escobar Fernández murió en la tarde del sábado, mientras que su esposa, Cecilia Rocío León Alarcón (30) sigue luchando por su vida.
SIN IMPUTACIÓN
Por ahora no hay ninguna persona imputada en el caso, pues la muerte del joven cambia totalmente el curso de la investigación, según el fiscal Daniel Benítez. El informe forense de la causa real de la muerte de Escobar Fernández y los oficios solicitados a la Municipalidad, serán claves para determinar responsabilidades.
Aseguró que el conductor no contaba con la licencia necesaria para conducir el vehículo, según lo establecido por la ley de tránsito. Tanto Cuba Salcedo, como los dueños y encargados de la empresa podrían ser procesados por distintos hechos punibles, ya que todos tendrían cuota de responsabilidad en la circulación del vehículo chatarra, con un conductor sin la categoría para ello.
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