Padrastro maltrataba de manera constante psicólogica y fisicamente a la madre

Tras varios meses del doble homicidio ocurrido en el Paraná Country Club (PCC) de Hernandarias, la defensa técnica de Rodrigo Florentín insiste en que el joven actuó en defensa de su madre, además de que su padrastro contaría con antecedentes por violencia. 

Los defensores del joven siguen peleando por lograr medidas alternativas, pues afirman que no existe peligro de fuga y que su representado colabora con todos los requerimiento de los fiscales. Asimismo, no cuenta con antecedentes penales. 

En su relato sobre lo ocurrido el día del doble homicidio, Florentín afirma que se vio obligado a reaccionar en defensa a su madre. 

Un día antes, Dominga Dávalos y su hijo escaparon de la vivienda ubicada en el Paraná Country Club, luego de un nuevo episodio de violencia por parte de Osvaldo hacia ellos. En la ocasión, inclusive había maltratado y amenazado con un arma de fuego a Dominga, frente a Rodrigo y su otro hijo menor de edad. Por miedo a lo que podría ocurrir, Rodrigo y su mamá decidieron pasar la noche en otro lugar, no sin antes poner a conocimiento de la comisaría jurisdiccional.

Al día siguiente aprovecharon que Osvaldo no se encontraba en la vivienda, por lo que Rodrigo y Dominga fueron en busca de sus pertenencias. El ahora fallecido se enteró de ello y, en compañía de su hermano Nelson, fueron hasta la casa con armas automáticas en mano, según lo relatado por el joven.

Al ingresar al dormitorio de la pareja, Osvaldo encontró que su cónyuge había ingresado al dormitorio violentando una puerta de vidrio y estaba preparando sus cosas pues había decidido abandonarlo ya hastiada de los maltratos físicos y psicológicos. Ofuscado, golpeó en la cabeza a Rodrigo con la culata del arma, para luego obligarlo a mantenerse de rodillas, custodiado por Nelson. 

Mientras, el Osvaldo seguía insultado a su pareja y amenazándola con un arma de fuego, por lo que el joven no aguantó la situación y reaccionó, iniciando un intercambio de disparos. 

LA ENCERRÓ EN EL BAÑO

Durante el tiroteo, Rodrigo logró refugiarse mientras Osvaldo arrastró del pelo a su madre hasta el baño, donde la encerró, quedando aterrada, pues creía que alguno de los tiros alcanzó a su hijo mientras recibía más amenazas.

Al no poder ingresar al baño, el joven rompió un ventiluz de vidrio y disparó contra su padrastro, quien cayó abatido. 

NO QUERÍA QUE LA DEJE

Todo el conflicto había iniciado luego de que Dominga decidió terminar la relación con Osvaldo a raíz de varios hechos de violencia contra ella, pero él se rehusaba a ello, amenazándola inclusive, hecho que fue afirmado por varios testigos. Inclusive, también maltrataba a Rodrigo y Ana, ambos hijos de Dominga. 

Precisamente, Ana debió abandonar la vivienda de la familia, a raíz de los constantes maltratos sufridos por Osvaldo. Asimismo, prohibió que madre e hija tengan comunicación a través del celular, por lo que lo hacían a escondidas del ahora fallecido, quien revisaba constantemente el teléfono de Dominga. 

PRISIÓN DOMICILIARIA

La defensa técnica de Rodrigo sigue luchando por conseguir la prisión domiciliaria del joven, en vista al relato en el que afirma que solo actuó en defensa de la vida de su madre y él mismo, de lo contrario, podría haber ocurrido un nuevo caso de feminicidio.