La historia sigue el complejo trabajo de un grupo de policías federales durante una investigación sin precedentes.

Una serie de Netflix relatará el robo del siglo, perpetrado en Ciudad del Este, a la empresa Prosegur, el pasado 27 de abril del 2017. La superproducción mostrará el suceso que conmocionó a todos, a nivel internacional, por el megaoperativo criminal ejecutado por la banda Primer Comando da Capital (PCC). 

La serie denominada “DNA do creme”, mostrará hechos reales que han sido protagonizados por dicha organización criminal, luego del atraco.

Uno de los directores de cine más destacados y ambiciosos de Brasil, Heitor Dahlia, director de “Drained”, “Adrift” y “Bald Mountain” se ha asociado con Netflix para crear “DNA do Crime”, un título insignia para el gigante estadounidense de la radiodifusión en Brasil. , uno de sus mayores mercados internacionales.

Dhalia, es un cineasta de renombre en Pernambuco, y la producción de Paranoid Filmes. La historia sigue el complejo trabajo de un grupo de policías federales durante una investigación sin precedentes que los llevará a desentrañar la estructura criminal del país.

La Junta Municipal de Ciudad del Este declaró de Interés Municipal la producción de la serie “DNA do crime” que parte de la filmación se realizará en nuestra ciudad.

LO QUE OCURRIÓ ESA NOCHE

Pocos minutos faltaban para que sea el lunes 24 de abril del 2017 y gran parte de la ciudadanía esteña descansaba para iniciar una nueva semana laboral sin imaginarse lo que estaba apunto de ocurrir y que marcaría la vida para muchas familias, principalmente para el Gobierno de turno. .

"Yo salía de mi trabajo. Mi marido fue a buscarme. Algunos de los tipos vestidos igual a la policía nos desviaron y justo nos fuimos por donde estaban, detrás de Prosegur. Nos topamos con los "clavos miguelitos" y ya no pudimos retroceder. Nos bajaron a punta de metralleta y tenían el punto 50. Luego nos hicieron correr para salir de ahí y poder contar nuestra historia", relata Liz Ávalos en Facebook, entre otras experiencias compartidas por los esteños.

Los vehículos eran robados minutos antes del atraco, siendo víctimas las familias enteras que transitaban por el lugar por distintos motivos. Todos fueron incendiados y utilizados como barreras para evitar que la policía pueda acercarse al lugar.

Todo esto formaba parte del plan orquestado por el grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC) que iniciaba el denominado "Robo del Siglo" a la entidad Prosegur ubicada en el Área 1, de donde se llevaron casi 12 millones de dólares. 

Explosiones de bombas, disparos de armas de guerra, entre ellos un antiaéreo de calibre .50 utilizado para penetrar los muros de concreto de la empresa de seguros y poder acceder a la bóveda principal ubicada en el segundo piso del edificio. 

Al menos 40 a 50 criminales fueron suficientes para sitiar la ciudad por las primeras tres horas del 24 de abril del 2017, munidos de armamentos de guerra, vehículos blindados y bombas para asegurar que la Policía Nacional no pueda impedir el atraco. Y así fue. 

"Ejapi nde jefe, nde ndepulsove" se escuchaba en unos de los vídeos divulgados esa madrugada, cuando unos agentes policiales intentaban hacer frente con sus 9 milímetros a las metralletas de los atracadores, por lo que no tuvieron más oportunidad que resguardarse de la balacera. 

Tras varias horas de atraco finalmente emprendieron fuga hacia la ciudad de Hernandarias, arrojando "clavos miguelito" por el camino para no ser seguidos por la Policía Nacional y completar lo que parecía un robo de película. 

Las fuerzas policiales del Paraguay y Brasil unieron fuerzas para tratar de capturar a los autores del millonario robo, pues muchos lograron pasar al país vecino con parte del dinero robado. 

Precisamente, fue en el territorio brasileño donde agentes de la ROTAM y la Policía Federal se enfrentaron a tiros con un reducido grupo que participó del atraco, logrando abatir a media docena de ellos y capturar a otros ocho, quienes ya cuentan con condenas de hasta 35 años de cárcel en el Brasil.

También lograron recuperar una pequeña parte del dinero robado que rondaría el millón de dólares.

En el lado paraguayo solo hubo un procesado, quien finalmente fue condenado por Robo Agravado, Asociación Criminal, Producción y Uso de documentos no auténticos, en calidad de autor.