Hernandarias

Incendio en Tatí Yupí afectó 30 hectáreas de área verde

Las áreas protegidas son los últimos refugios naturales y su conservación depende de todas las personas. 



Tras 10 horas de intenso trabajo, personal del Cuerpo de Bomberos de ITAIPU (ambas márgenes), sus pares voluntarios de Ciudad del Este y Hernandarias; y guardaparques de la Binacional lograron sofocar un incendio forestal de gran magnitud entre el Parque Tacurú Pucú y la Reserva Natural Tatí Yupí.

Según los datos, unas 30 hectáreas de espacio verde fueron consumidas por las llamas, cuyo origen se desconoce. El siniestro arrancó aproximadamente a las 13:30 horas y se extendió hasta cerca de las 23:00.

El reporte de los intervinientes sostiene que, tras el aviso del guardia de turno, los socorristas iniciaron rápidamente los procedimientos con una camioneta forestal y los bomberos Roberto Huber, Sergio Agüero y David González.

Una vez en el lugar se verificó la zona y se procedió al combate y protección del bosque. Las llamas se desplazaron del esteral con orientación a Tatí Yupí y se solicitó el refuerzo correspondiente, ya que llegaban ráfagas de viento que avivaban y cambiaban de dirección el incendio.

Se presentaron al llamado guardaparques y bomberos voluntarios de Hernandarias (K121 y K3) y Ciudad del Este para apoyo. Los profesionales del Cuerpo de Bomberos de ITAIPU que trabajaron para aplacar el fuego fueron Carlos Martínez, Carlos Cantero, Lucero Aquino, Gerardo Báez, Jaime González, Magno Castillo, Clelia Núñez Spina, Derlis Notario, Rubén López y Cristhian Marín.

También participaron en el operativo el encargado de Tatí Yupí, Abraham Frutos, y los guardaparques Wilson Vega, Osmar Torres, Cristhian Peralta, Derlis Von Streber, Carlos Cañete, Digno Rivas, Rafael Méndez y Mario Flores.

Fue de vital importancia la organización de los grupos de trabajo y de apoyo externo para controlar de forma efectiva el siniestro por tratarse de una zona de esteral rodeada de bosque.

Amenaza para la biodiversidad

Las áreas protegidas son los últimos refugios naturales y su conservación depende de todas las personas.  Evitar los incendios forestales resulta esencial si se busca proteger el patrimonio natural para las próximas generaciones. Los siniestros en estos espacios verdes representan una de las amenazas más serias para la biodiversidad, ya que afectan a ecosistemas que albergan especies en peligro de extinción, recursos naturales únicos y procesos ecológicos cruciales para el equilibrio ambiental.

Además, las áreas protegidas son reservas de carbono que, al quemarse, liberan grandes cantidades de gases nocivos y partículas que afectan gravemente a las poblaciones cercanas. La salud de los habitantes se ve comprometida por la mala calidad del aire, dado que el humo y las partículas contaminantes pueden provocar o agravar ciertas enfermedades.

De acuerdo con las normativas ambientales, la persona que realice actividades ilícitas en áreas protegidas se expone a sanciones legales y administrativas significativas. Se insta a la ciudadanía a tomar conciencia sobre los incendios forestales, ya que su prevención depende en gran medida de la responsabilidad de la población.