La mujer que fue grabada robando jeans en el Mercado 4 de Asunción será contratada por un Municipio, mientras nueva licenciada espera por un lugar.

La semana pasada dos mujeres fueron noticia por motivos diferentes, una por robar jeans encimados y otra llevar su título universitario hasta el lugar de trabajo de su padre, un albañil. Los "premios" de cada una fueron totalmente diferentes y hasta indignante.

Negusta Gauto Galeano es el nombre de la señorita que había sido grabada intentado robarse dos jeans en el Mercado 4 de Asunción. Al ser descubierta, la misma recibió varios golpes de puño y patadas, además de aguantar todo tipo de improperio hacia su persona de parte de las funcionarias de la tienda en cuestión. Según mencionó la mujer, era su novio quien la obligaba a realizar estos actos, debido además de los problemas económicos por los que atravesaban. 

Es oriunda de Puerto Casado, ubicado en el Departamento de Alto Paraguay, cuya intendente Judith Medina visitó a su familia para tratar de ayudar a la misma. Luego de prometer que dejaría a su pareja para rehacer su vida, Medina indicó que la joven será contratada por el municipio para "ayudar" a salir de la mala vida, pues destacó que se la misma se mostró arrepentida. 

Por otro lado tenemos la motivadora historia de Yudíth Romero, quien luego de varios años de lucha incansable, trabajando y estudiando la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Educación, logró defender la tan ansiada tesis e inclusive, llevando su trabajo a su papá, un humilde albañil, en su lugar de trabajo. 

Yudíth pasó por varios momentos muy duros en su vida. Nacida en el pueblo Mayor Martínez, tuvo que mudarse a la ciudad de Pilar para poder seguir con los estudios y conseguir un empleo como profesora particular para cubrir sus gastos y ayudar un poco a su familia.  Hasta tuvo que viajar a trabajar a la Argentina, sola y sin conocer a nadie. Buscando la forma de poder culminar de una vez sus estudios. La misión fue cumplida con total éxito, pues la joven estudiante hoy día es Licenciada. Pese a todo ese esfuerzo, sigue aguardando por un puesto en alguna escuela, ya sea privada o pública, pues lastimosamente no tiene la misma suerte que Negusta. Mientras, seguirá enseñando en forma particular.

No somos quién para juzgar y todos merecemos una segunda oportunidad, pero no cabe duda que el Paraguay es un país muy generoso, donde el que se esfuerza día a día no recibe el merecido reconocimiento como aquellos que recurren a actos ilícitos.