Fue la batalla que abrió la Guerra del Chaco.

Hoy se cumplen 86 años del final de la primera batalla de la Guerra del Chaco, en la que Paraguay peleaba por los límites del chaco con Bolivia. El Fortín Boquerón fue uno de los tres asaltados por los bolivianos y el primero en recuperarse. 

Todo comenzaba el 15 junio del 1932, cuando Bolivia había atacado el fortín Carlos Antonio López en Pitiantuta. Pasó un mes, el 15 de julio Paraguay tomaba su represalia, desalojó a los bolivianos del mismo fortín. Enojado, el presidente boliviano Salamanca ordenó la toma de los fortines Corrales, Toledo y Boquerón. Las escasas fuerzas paraguayas se retiraron sin resistirse a la toma, salvo en Boquerón, donde planificaron una emboscada y acribillaron a varios bolivianos que izaban la bandera creyendo que los paraguayos ya sea habían retirado. 

El 3 de agosto las naciones americanas declararon comunicaron que no reconocerían la posesión del Chaco que no fuera de forma pacífica. Poco importó a Salamanca y cuatro días después ocuparon el fortín Caraya, rebautizándolo como Huijay. El objetivo, llegar a Isla Po´i, base de operaciones de las tropas paraguayas. 

Paraguay se preparaba para recuperar sus fortines, mientras Bolivia aseguraba Boquerón. 

El 17 de agosto, las tropas paraguayas recuperaban el fortín Huijay, defendido por el mayor boliviano Raimundo Cárdenas, quien abandonó su tropa y fue a refugiarse en Boquerón, lo que enojó a sus superiores, en especial, al comandante del Primer Cuerpo de Ejército en el Chaco, general Carlos Quintanilla, quien solicitó a Salamanca la toma del fortin Nanawa en represalia. No fue autorizado. 

Ya en setiembre, Quintanilla fue alertado que los paraguayos atacarían con casi seis mil hombres, pero el boliviano no tomó las precauciones. Tampoco avisó a La Paz.

CAMINO A BOQUERÓN

El 7 de setiembre, con el Teniente Coronel José Félix Estigarribia, comandante de las fuerzas paraguayas, inició la marcha de aproximación con 5000 hombres. El objetivo, recuperar Boquerón. 

Dos días después iniciaba la batalla. Al mando del mayor Carlos Fernández y del Teniente Coronel Glaudioso Núñez, Paraguay atacaba a los bolivianos, que contaba con una tropa de 4000 hombres bajo el mando de Quintanilla. 

Tras largos días de batallas y ataques sorpresas de las tropas paraguayas, lograron cercar el fortín Boquerón, tomando otros más pequeños. Los bolivianos intentaron repeler el ataque desde adentro y fuera del cerco paraguayo, pero sin chance alguna. El desconocimiento del territorio fue clave para que Paraguay siga avanzando.

El 22 y 23 de setiembre, Bolivia comenzó a retirarse lentamente de Boquerón, sufriendo más y más bajas por los ataques paraguayos. La aviación boliviana proveía de agua y alimentos, pero gran parte quedaron en poder paraguayo, con más de 14.000 hombres, que ocupaban los bordes. 

Amaneciendo el 29 de setiembre, después de un nuevo enfrentamiento frente al Regimiento Curupayty, los bolivianos bajaron las armas y salieron de sus trincheras con banderas blancas, por lo que los paraguayos ingresaron caminando a fortín Boquerón e izaron la bandera paraguaya, celebrando la primera batalla ganada en la Guerra del Chaco.