Un niño con el rostro quemado y otro sin un dedo a causa de petardos
Hospital del Quemado recibió a cuatro niños y un adulto con distintas lesiones debidos a las bombas.
Cuatro menores y un adulto fueron atendidos en el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas entre la nochebuena y la madrugada de Navidad, luego de sufrir distintas lesiones producidas por explosiones de petardos. El más grave fue un niño de cuatro años que sufrió graves quemaduras en el rostro.
Una nena de 11 años fue recibida luego de que un fosforito le explotara en la mano, por lo que sufrió heridas en el iris del ojo, pero que por fortuna, no revisten gravedad.
Otro hecho tiene como protagonista a un niño de 10 años, oriundo del barrio Kennedy de San Lorenzo, quien perdió la punta del dedo luego de que un cebollón le explotó en su mano izquierda. Los cirujanos le realizaron una reconstrucción del dedo índice y el dedo medio de la mano izquierda.
El caso más grave es el de un niño de 4 años, oriundo de Concepción. Según sus padres, el menor arrojó un fosforito en una botella que contenía nafta, la cual explotó de forma inmediata y produjo graves quemaduras en todo el rostro y el cuero cabelludo del menor. Su diagnóstico médico indica que va mejorando y se encuentra fuera de peligro, pero bajo intensos cuidados de los profesionales del CENQUER.
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