28 años de prisión para padrastro abusador y 20 para la madre cómplice
El juicio oral concluyó este lunes 20 de noviembre en el Poder Judicial de Ciudad del Este.
La fiscal Vivian Coronel, en representación del Ministerio Público, logró una condena 28 años de prisión para un hombre que abusaba de manera sistemática de sus dos hijastras menores. Asimismo, la madre, quien tenía conocimiento de los hechos y no impedía que estos actos sigan ocurriendo, fue condenada a una pena de 20 años de cárcel.
El agresor fue encontrado culpable por los hechos punibles de abuso sexual en niños, coacción sexual y violación. Mientras, la mujer fue condenada por no haber impedido el resultado de tales hechos. El tribunal que emitió la sentencia estuvo presidido por la jueza Flavia Lorena Recalde y conformado por los magistrados Milciades Ovelar y Emilia Santos.
Durante el juicio, la titular de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes Nº 1 demostró con suficiente caudal probatorio que una de las víctimas sufrió abuso desde los 8 hasta los 14 años, entre febrero de 2016 y noviembre de 2022. Mientras que la otra lo padeció desde los 7 hasta los 12 años, entre 2017 y 2022. Estos hechos ocurrieron en una vivienda situada en el kilómetro 9 Monday, asentamiento 8 de Diciembre, de Ciudad del Este.
En repetidas ocasiones durante ese período, el hombre agredió sexualmente a las menores, inicialmente con manoseo hasta consumar el coito. La última vez tuvo lugar el 16 de noviembre de 2022, cuando la mayor tenía 14 años. En esa ocasión, el sujeto la amenazó con un machete para consumar el hecho.
La madre tenía pleno conocimiento de los hechos, pero no impidió que su concubino cometiera los abusos sexuales. Además, el 16 de noviembre de 2022, en horas de la noche, no evitó que su pareja, mediante fuerza y amenazas de muerte, con peligro presente para la vida e integridad física de la menor de 14 años, la coaccionara a sufrir la violación.
Asimismo, la madre violó gravemente su deber legal de cuidado y educación de sus hijos (las víctimas abusadas y un niño de 10 años), exponiéndolos a ser considerablemente perjudicados en su desarrollo físico y psíquico. Esto ocurrió específicamente al no informar a las autoridades competentes, en tiempo y forma, que sus hijas fueron víctimas de abusos sexuales, a pesar de tener conocimiento de tales hechos. Los menores tampoco eran escolarizados.
También se pudo probar que los acusados obligaban a las niñas a ingerir vino y oler cola de zapatero, previo a los abusos. Inclusive, el padrastro le daba de tomar pastillas anticonceptivas a las niñas para que no queden embarazadas.
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