Policiales y Judiciales

Condenan a 18 años de cárcel a expolicía por asaltos y violación

Fue capturado y finalmente condenado luego de cometer sucesivos hechos de asalto.



El Ministerio Público, representado por el fiscal Edgar Torales Gamarra, obtuvo una condena de 18 años de pena privativa de libertad para un expolicía, que en el 2009 cometió una seguidilla de atracos armados. El juicio oral concluyó este lunes 6 de junio en el Poder Judicial de Ciudad del Este.

El sentenciado está identificado como Cristhian Ariel Cazal Barúa (42), quien fue encontrado culpable por el concurso de los hechos punibles contra la propiedad (robo agravado). En aquel entonces, el sindicado era un agente en actividad, que prestaba servicios en una comisaría de la ciudad de Valenzuela, departamento de Cordillera, según los datos.

Durante el debate, la representación pública produjo numerosas pruebas documentales y testimoniales, demostrando la existencia de los hechos punibles y la responsabilidad del acusado. En consecuencia, el Tribunal de Sentencia -presidido por el juez Milciades Ovelar y conformado por sus pares Emilia Santos y Flavia Lorena Recalde- aplicó la sanción.

Según antecedentes, el primer atraco se produjo el 7 de abril de 2009, a las 00:30, en un inmueble ubicado en la avenida Mompox y Calle Piratey del Área 4 de Ciudad del Este, propiedad de Ramona Eduarda Recalde Velázquez.

En aquella ocasión, Cazal Barúa con arma en mano redujo a la dueña de casa y a su hija menor, a quienes amordazó y luego sustrajo varias pertenencias, como ser teléfonos celulares, electrodomésticos, electrónicos y joyas. Todos los objetos fueron cargados en un vehículo, perteneciente a la víctima, en el cual huyó el criminal.

Luego, el 23 de mayo del mismo año, a las 00:30 horas, Cristhian Cazal y tres cómplices tomaron por asalto una vivienda ubicada en el Área 8 de la capital del Alto Paraná, propiedad de Herman Alberto Heinroth, donde se llevaba a cabo una actividad social. Los delincuentes redujeron al propietario y a sus invitados, a quienes despojaron de dinero en efectivo, joyas, aparatos celulares, electrodomésticos y otros objetos de valor.

El tercer atraco se produjo el 1 de agosto, a las 00:30 horas, en el barrio Bernardino Caballero. Aquella vez, Cazal Barúa y otro sujeto, estando fuertemente armados, irrumpieron en una vivienda, donde también se estaba realizando un acontecimiento social. La dueña de casa y todos los invitados fueron encerrados en una habitación y despojados de sus pertenencias. En aquel entonces, el cómplice del agente policial violó a una menor de 14 años.

Mientras, el cuarto robo agravado cometido por Cristhian Cazal Barúa sucedió el 13 de agosto de 2009, siendo las 10:20 horas aproximadamente, oportunidad en que el entonces policía actuó en complicidad de Mario Daniel Prieto García.

Ambos, a bordo de una motocicleta, asaltaron una lavandería ubicada en el barrio Fátima de la capital departamental. Los mismos redujeron a los dueños a mano armada y le robaron sus pertenencias. En la oportunidad, el hoy condenado se enfrentó a tiros con policías, recibió dos disparos de arma de fuego, resultó herido y fue aprehendido en el lugar del hecho.  

El expolicía fue beneficiado con prisión domiciliaria, sin embargo, infringió la medida, y con identidad falsa logró huir a la Argentina, por lo que fue declarado rebelde. Se mantuvo mucho tiempo prófugo de la Justicia, hasta que en enero del 2022, después de 11 años, finalmente fue capturado luego de regresar del vecino país, donde también había cometido varios asaltos y soporta procesos penales, incluso con orden de captura y pedido de extradición internacional.

En el juicio oral, el agente fiscal interviniente solicitó la pena privativa de 20 años, sin embargo, el tribunal impuso la sanción de 18 años de penitenciaría.