
Imputan a los cinco guardiacárceles tras fuga de reos
Siete siguen prófugos.
El fiscal Alcides Giménez Zorrilla imputó a cinco funcionarios penitenciarios que habrían facilitado la fuga de peligrosos criminales recluidos en la Penitenciaría de Minga Guazú, y al mismo tiempo solicitó la prisión preventiva de todos ellos. Los procesados son Pedro Arnaldo López Martínez (31), Benicio de Jesús Romero Aguilar (28), Ariel Gustavo Mareco Benítez (23), José Carlos Alfonso Torres (23) y Jonathan Nicolás Barúa Chamorro (23), quienes enfrentan cargos por frustración de la persecución y ejecución penal, así como por liberación de presos, previstos y penados por los artículos 292 y 294 del Código Penal.
Según la investigación, los hechos habrían quedado registrados en las cámaras de CCTV de la penitenciaría, las cuales son monitoreadas desde la central de monitoreo por Barúa Chamorro. En dichas imágenes se puede observar a los guardiacárceles Romero Aguilar, Mareco Benítez, Alfonso Torres y López Martínez trasladando a los reclusos Juan Insfrán, Wilson Rotela y Miguel Insfrán hasta las celdas del "soleado".
En el trayecto, al momento de ingresar Rotela y al cerrar la puerta de hierro con el grillete de seguridad utilizado como candado, se habría dejado la llave de seguridad puesta, lo que permitió que la puerta se abriera sin dificultad. Luego, López Martínez se retiró sin tomar precauciones y se dirigió al sanitario.
En ese momento, Wilson Rotela logró destrancar la puerta de la celda y salir al exterior. Seguidamente, procedió a abrir las puertas de las demás celdas colindantes, un total de ocho. Una vez afuera de las celdas, los internos Blas Pablo Melgarejo Benítez (alias Chopalé), Wilson Darío Rotela, Marcio Quadra Caetano, Derlis Ramón Giménez, Fredy González Delvalle, Fernando Aquino, Anderson Quero y Juan Insfrán subieron al techo de rejas de hierro, tipo tejido, luego treparon la muralla, donde fue dejado un grillete con la cadena cortada y la llave puesta, que fue incautado posteriormente por el personal policial.
A continuación, descendieron por un ducto de agua, mediante una cañería, hasta el suelo, arrastrándose por debajo del tejido de alambre perimetral, conocido como "tierra de nadie". Luego, subieron a la garita y descendieron mediante cortes de tela y sábanas hasta el exterior del centro penitenciario, logrando finalmente darse a la fuga.
En cuanto a la conducta del ciudadano Jonathan Nicolás Barúa Chamorro, quien cumplía funciones en el centro de monitoreo de las cámaras de seguridad, durante el horario de la fuga habría omitido observar las cámaras y no alertó a las autoridades del centro penitenciario, lo que sugiere su activa contribución en la fuga de los criminales.
Una vez recibida la denuncia del hecho, el fiscal Alcides Giménez Zorrilla, acompañado de efectivos de la Policía Nacional, se constituyó en la Penitenciaría de Minga Guazú para corroborar los hechos. Durante la verificación, se realizó la incautación de los celulares de los sospechosos, los cuales fueron debidamente individualizados en el acta de procedimiento. Además de varias otras evidencias.
Por su parte, los miembros de la fuerza pública pudieron recapturar a Fredy González Delvalle, quien cumplía una condena de 40 años de prisión por su participación en una masacre ocurrida años atrás en el penal de San Pedro, cuando miembros de la facción criminal del Primer Comando Capital (PCC) del Brasil asesinaron a 10 reclusos.
Tras recabar diversos elementos incriminatorios, el fiscal Alcides Giménez solicitó como medida cautelar la prisión preventiva y, además pidió un plazo de 4 meses para la presentación del requerimiento conclusivo. Los imputados permanecen recluidos provisoriamente en la Dirección de Policía de Alto Paraná, a cargo del magistrado Carlos Vera Ruiz, del Juzgado de Garantías número 3.
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