El día del crimen era menor de edad y estaba con varios meses de embarazo.

Una joven que cometió un Homicidio Doloso cuando era menor edad fue condenada a 4 años y 6 meses de medida privativa de libertad, en un juicio oral y público. La fiscal Carolina Rosa Gadea representó al Ministerio Público y produjo varias pruebas para demostrar la responsabilidad de la acusada, identificada con las iniciales Laura Yanina Villalba (17). El debate se realizó este 25 de noviembre en el Poder Judicial de Ciudad del Este.

Según antecedentes, el crimen ocurrió el 23 de setiembre de 2018, a las 22:35 horas, en el interior de una despensa ubicada en el kilómetro 6,5, fracción Santa Lucía, de Ciudad del Este, propiedad de la víctima fatal Teodoro Otazú Báez (74).

En aquel entonces la ahora condenada, quien estaba embarazada, se encontraba circunstancialmente en el lugar acompañando a una amiga, identificada con las iniciales C.E.F. (16), quien frecuentaba el lugar para mantener relaciones sexuales con el septuagenario a cambio de dinero.

Las menores se encontraban consumiendo vino en la sala, donde también estaba un niño de 12 años, quien es criado del comerciante. Éste a su vez ya se encontraba descansando en su habitación.

En un momento dado, ingresó al lugar la ahora condenada y le propinó varios golpes en la cabeza con un pedazo de madera, hasta ocasionarle la muerte, con la intención de robarle posteriormente. El chico, que sufría de problema de habla, se percató del hecho al escuchar los gemidos del anciano, entró a la pieza y se encontró la terrible escena.

Allí, C.E.F. atajó al testigo del asesinato y le tapó la boca, mientras Laura Yanina le propinó golpes con el palo, hasta dejarlo desvanecido. Sin embargo, el pequeño se repuso posteriormente y comenzó hacer ruidos, hasta alertar a un vecino, quien descubrió el homicidio doloso. A raíz de esto, las implicadas huyeron de la casa, aunque la ahora enjuiciada fue aprehendida poco después por familiares del fallecido en el mismo vecindario. Entre tanto, la otra involucrada logró escapar.

Este fue el segundo juicio oral que se realizó sobre el caso. La primera vez, la acusada fue sentenciada a 6 años de medidas privativas de libertad, pero tras una apelación la Cámara ordenó el reenvío y la realización de un nuevo juicio para la medición de la pena. El nuevo Tribunal, conformado por Emilia Santos e integrado por Flavia Lorena Recalde y Milciades Ovelar, aplicó la sanción de 4 años y 6 meses.

La pena máxima para los menores por hechos de esta naturaleza es de hasta 8 años, según la legislación paraguaya.