La ciudad fronteriza conquista a turistas de todas partes de Brasil, Argentina y Paraguay, mientras que Ciudad del Este luce oscura y sin espíritu.

Uno de los eventos más esperado en la triple frontera en el final de año son las actividades navideñas en la ciudad de Foz Do Iguaçu, que año a año recibe a miles de turistas de todas partes para deslumbrar con los juegos de luces, decoraciones y un ambiente familiar espectacular, reavivando el espíritu navideño.

La preparación para la edición 2021 se lució con la unión entre la Munucipalidad de Foz do Iguaçu, la Secretaría de Cultura, Secretaría de Turismo y la propia Itaipu Binacional, que es la que finalmente se encarga de financiar la mayor parte del proyecto “Natal Das Aguas e Luzes”.

Cajas de regalo, globos, paseos, túneles con distintos diseños y árboles de luces conquistan cada noche a unos 5.000 visitantes de la ciudad de lunes a viernes y hasta 20.000 los sábados y domingos, además de proyecciones en 3D de la historia de la Navidad y del Parque Nacional Iguaçu, en los edificios de la Parroquia Nossa Senhora da Aparecida y la Policía Civil.

El desfile navideño con cientos de bailarines, músicos, contorsionistas, payasos, acróbatas y demás, completan con broche de oro el atractivo en la “Praça da Paz”.

Al otro lado de la ciudad, en el “Gramadão” de la Vila A, miles de personas llegan para disfrutar de los shows musicales, grupos de teatro, circo y cientos de artistas locales y de todas partes del Brasil, viviendo experiencias familiares o entre amigos que quedarán marcados para siempre.

Hoteles, restaurantes, copetines y bares totalmente llenos todas las noches, recibiendo a los miles de visitantes que se agolpan en ambas sedes del “Natal das Aguas e Luzes”, significando una inyección económica altísima desde el hotel más lujoso, hasta los vendedores ambulantes, dando una oportunidad de un fin de año más festivo en la casa de cada trabajador.

NAVIDAD OSCURA

La brillante vida nocturna navideña llega hasta el Puente de la Amistad que une a Ciudad del Este y Foz do Iguaçu, la cual presenta un colorido juego de luces durante la noche, sumándose como un atractivo más.

Pero esto se acaba ingresando a la Zona Primaria de Ciudad del Este, donde el regocijado espíritu navideño se va opacando cada metro que se transita por las calles, pues la falta de luces, decoraciones y atractivos para la ciudadanía local y turistas, desmotiva todo lo vivido en la ciudad vecina.

Calles sucias, con baches y oscuras es lo que ofrece el municipio, dejando una lamentable imagen parar sus contribuyentes, como para los visitantes que finalmente deben cruzar al país vecino para disfrutar de las fiestas de fin de año.

A esto se suma la pérdida de millones de dólares que se podría inyectar a la economía altoparanaense con la visita de los turistas, principalmente de los brasileños, ya que no existe un incentivo que los traiga a disfrutar de la ciudad.

La falta de interés de las autoridades municipales y departamentales se denota en las calles de las ciudades cabeceras, pues ni si quiera fueron capaces de gestionar la inversión del lado paraguayo de la Itaipu Binacional o empresas locales para la financiación de atractivos, dejando una comunidad oscura y una ciudadanía que debe cruzar al Brasil en busca de una experiencia navideña en familia.